jueves, 29 de diciembre de 2011

Tu mayor miedo.


Seres se esconden en mitad de la noche, tengo el alma en un puño. Los escucho a mí alrededor, acechando, buscando mi debilidad.

Está de pie enfrente mío, todo mi miedo, mirándome con curiosidad, parece un ser humano pero oscuro. Es el resultado de tantas batallas perdidas, tantos sueños rotos, tantas promesas que ahora son un murmullo tenue, que me trae el viento de vez en cuando.

Me mira con una sonrisa burlona, desde su posición, sin mover ni un pelo, pero alerta. Tengo que ser yo, el que dé el primer paso, para que pueda atacarme. Doy un paso y veo mejor a ese humano oscuro.

Soy yo, yo soy todo mi miedo.

Corre hacia mí, me quedo como paralizado y un puño se hunde en mi mejilla. Duele más que cualquier otra cosa que recuerde, soy yo golpeándome, una y otra vez. Caigo al suelo y me levanto, eso está a mi lado paralizado de nuevo. Me da miedo moverme, pero tengo que salir de allí, una habitación pequeña con una sola puerta a mis espaldas. Corro en dirección al ser y le golpeo, su piel quema, es una piel negruzca, como si estuviera carbonizado. Me da una patada en el pecho, esa patada que he repetido centenares de veces. Creo que me ha roto todas las costillas, el puño me arde, me toco las costillas, nada, todo en el sitio. El dolor es horrible, nada que pudiera comparar antes…

 Lagrimas de rabia y dolor recorren mis mejillas, dejándose caer por el mentón. Genial, ahora tiene un bate, pero esta inmóvil de nuevo. No puedo moverme, no puedo pegarle. ¿Correr hasta la puerta? Puedo intentarlo, empiezo a correr, lo tengo a un lado. Corre tan solo unos metros detrás de mí, me alcanza y me da un fuerte golpe en la cabeza con el bate, ahora si estoy seguro de que algo se ha roto. Noto como un rastro de sangre recorre mi espalda, no puedo levantarme. Le miro de pie a mi lado con esa sonrisa sarcástica, mí sonrisa sarcástica. Intento ponerme en pie y…

Despierto agitado en mi apartamento, tu estas a mí lado, un hilo de sangre cae por mi nariz. Sigues durmiendo, así que opto por salir silenciosamente al comedor. Me siento en la mesa nervioso dando fuertes caladas a un cigarrillo, ¿y si mas que un sueño ha sido un aviso? Un toque de atención que me dice que no descuide, que el pasado nunca me va a dejar marchar, no puedes golpearlo, no puedes evitarlo, ni ignorarlo.

Despierto, con la vista fija en el techo. Ojala estuvieras despierta para poder estar entre tus brazos. Tengo miedo de dormirme, pero se me cierran los ojos poco a poco. Con los ojos entrecerrados veo una sombra sonriente, al pie de mi cama. Abro los ojos de golpe y no hay nada, pero la sonrisa está gravada a fuego en mi mente, mi sonrisa.

Ese ser me la ha robado, me lo ha quitado todo. Excepto el miedo, el miedo de ver todo en lo que creo destruido, todos mis seres queridos convertidos en eso.

Deben ser imaginaciones mías, pero hasta el viento me susurra que no me duerma. Te despiertas y me miras, veo en tus ojos su sonrisa, mi sonrisa. Estoy empezando a volverme loco, pienso, mientras me preguntas que me pasa, pero respondo que solo ha sido una pesadilla, que no pasa nada, que te duermas. Te das la vuelta y vuelves a dormirte, me doy cuenta que es una tontería, que solo ha sido un mal sueño.

La misma sombra sonriente otra vez. La ignoro, me arde un pie y parece que me haya agarrado algo. Vuelvo a estar en ese cuarto oscuro, con una sola luz en mi posición, una mano corroída me agarra el pie, con el otro pie le doy un golpe en la boca, suelta. No te muevas, vuelvo a notar la mano ardiendo, el golpe de las costillas y la brecha de la cabeza, eso está quieto. Ha cambiado, ahora parece que le hayan pegado una paliza y rociado con acido.

Me muevo hacia él, si muero despertare, me golpea justo a la altura de la traque, con ambas manos, como si aun sujetara el bate. Me asfixio, no puedo respirar. La maldita sonrisa me revienta la cabeza.

Me veo a mi mismo a tu lado en la cama. ¡Mierda! Me he muerto. De verdad, la he jodido, pienso, pero una sonrisa, mi sonrisa me hace cambiar de opinión.

lunes, 26 de diciembre de 2011

Falta algo.


Sigo sintiendo que falta algo, que estoy incompleto y sigo buscándolo. Hoy lo busco en ti, mañana lo estaré buscando en las bragas de otra.

Prácticamente sin inmutarme, solo por sentirme un poco más vivo, un poco más querido, por volver a sentirme como un cocodrilo al sol. Pero enzarzado entre tus piernas. Saber que tengo un lugar pegado a tu piel.

Escuchando con atención la música y admirando otra vez tu tez blanquecina y tus pechos perfectos, tu pequeña figura agarrándome y volviéndose enorme, convirtiéndose en todo lo que deseo en ese instante.

Atacas, descansas y me miras, vuelves a la carga.

Ambos sabemos que puedes hacer lo que quieras de mí en este instante.
Me lames el cuello, te aprieto, me besas, te muerdo. Es simple, jugamos al mismo juego, sabemos lo que queremos y estamos dispuestos a conseguirlo. En este juego no se puede perder, solo puedes salir enormemente satisfecho de ti mismo. 
Y tengo un problema con los cocodrilos.

Alex ha pulit a Lluis.

sábado, 24 de diciembre de 2011

Soy un cocodrilo.


Me da el sol en la cara, y una brisa helada me recuerda que es diciembre. Soy un cocodrilo. El café y el polen inundan mi boca dejando un magnifico sabor.

Es nochebuena. Casi lo había olvidado… Me levanto despacio, calmado, hoy me encuentro bien. Después de escribir el otro texto me di cuenta de que creéis que quiero morir. No podeis estar más equivocados, no estoy conforme con mi vida, pero… ¿Quién lo está?

Quiero vivir, quiero vivir mucho, me faltan demasiadas cosas por hacer, la autodestrucción forma parte de mí, pero no lo es todo. Creo que tengo muchísimas cosas más y mejores.

No lo es todo, nunca lo ha sido y nunca lo será. Me queda demasiada gente por conocer.
No os equivoquéis esto no es una disculpa ni una corrección, es una aclaración. Tengo la impresión de que casi nadie entiende lo que digo, debo hablar muy mal, no lo sé.

Las veces que más vivo me siento son en las conversaciones interesantes, siento que merece la pena vivir solo para prestarle atención a esa persona, aparte de todos los otros motivos, igual no tengo demasiado futuro, pero lo voy a estrujar y a sacarle el máximo partido.

Quizás o te vuelva a ver, seria molesto. No sé porque. No sé que me gusta más si mantener una conversación o acostarme contigo. Las dos cosas me llenan bastante.

Y tú, con el que más disfruto hablando, debatiendo, aprendiendo de tus palabras, haciéndote razonar tus argumentos, y que me hagas razonar los míos, te debo mucho, me has ayudado demasiado. No sé cómo hubiera terminado si no hubieras aparecido.

Solo decir que disfrutéis la vida, no os hundáis por tonterías y escuchad a las personas, aprended de ellas, vivid la vida disfrutando y enriqueciéndoos culturalmente, id al teatro, al cine, leed, hablad, follad, corred, escalad, saltad, caeros y levantaros al instante, mantened la calma y sobre todo tomaos enserio la vida, pero no demasiado.

Esto no tiene nada que ver con que sea navidad, lo he pensado siempre y lo seguiré pensando.
Soy un cocodrilo tumbado al sol, el astro rey me calienta y me hace sentir bien. Sentirme un poco más vivo.

Voy a atracar a la primavera.

miércoles, 21 de diciembre de 2011

¿Que tal si desaparezco?


Me tumbo boca arriba en la cama y enciendo un cigarro, no debería fumar pienso, acabo viendo que no me importa así que sigo fumando. Apenas he salido de casa y me ahogo, no quiero cenar aunque tengo hambre, no porque me vea gordo, menuda gilipollez. No me veo para nada gordo, aunque si bajo de forma, pero eso no se soluciona no comiendo.

Pienso en la muerte, a quien le importa que yo muera es la pregunta que ronda en mi cabeza. Amigos y familiares, por supuesto, pero ¿que mas dará? Una vez estás muerto no importa nada.

Todo falla en este momento, tengo la sensación de que nadie me echa de menos, es un putada,  si nadie me echa de menos ahora quien me va a echar de menos si muero, nadie.

“Vive rápido, muere joven y deja un bonito cadáver” Creo que es el lema de mi generación, aunque ellos a priori no lo ven, no se dan cuenta de que vamos hacia un mundo de enfermedades de Alzheimer a los sesenta años, canceres a los cuarenta y suicidios en masa, tanto alcohol, tantas drogas…

A mí no me importa, ¿Por qué? Porque yo soy consciente de que vivo así y si me canso algún día me pegare un tiro y se acabo. Cuando nada tienes que hacer con tu vida todo es efímero, relativo, puedes creer que tienes el control sobre tu vida. Te equivocas, tú no tienes el control sobre tu vida, lo tienen esos pedantes peces gordos que viven en un despacho.

¿Tienes una vida perfecta? Toda tuya, no quiero una vida perfecta, me dan asco vuestras aburridas vidas perfectas ¿Navidad? Otra farsa. ¿Felicidad? Os la podéis meter por el culo.

¿Consuelo? No lo necesito, puedo afrontar las cosas como son, sin edulcorar, sin hacérmelas papilla para que no tenga que masticarlas. Prefiero roerlas.

Si me muero mañana solo quiero que sepáis que no pienso arrepentirme de nada, que quizás no es el camino correcto, pero es mi camino y si tienes algo que objetar dilo, pero seguramente te diré que te lo metas por el culo.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Adiós tiempo.


Me aburro, otro día mas frente al ordenador dejando pasar las horas, dejando que el reloj corra mientras los segundos se suicidan a su ritmo.

Dos botellas de cerveza sobre la mesa, vacías, recordándome de cerca que tengo que estudiar pero quiero salir con quien sea a tomar algo, o que tú te presentaras en mi casa, pero eso sería mucho pedir. No pasa nada, sigue corriendo el tiempo, imparable, lejano, un segundo tras de otro que jamás volverá, y yo aquí dejándolos pasar.

Me rugen las tripas, tengo que cocinar, pero en estos instantes solo puedo dejar correr el reloj, no pensar en el tiempo, sentirme un poco más libre, no saber en qué hora vivo. Algún día quiero que estés conmigo, sin reloj, dejando pasar las horas. No hay preocupaciones, no hay pensamientos, solo estoy yo, rodeado de horas muertas, vienen personas a mi cabeza, algunas de ellas preferiría que estuviesen conmigo.

Despierta imbécil, ni va a venir nadie, ni vas a salir, así que come y ponte a estudiar, grita desesperada mi parte responsable, aprendí a ignorarte hace mucho le respondo yo muy calmado. En el fondo se que hacerle caso sería lo mejor que haría.

Me voy a permitir soñar de vez en cuando, pero solo si tú no estás en mis sueños. Frase que me gustaría poder aplicar, pero no puedo. Eres una nueva pequeña obsesión, pero no te preocupes, se me pasa en poco tiempo.

Recuerdo, escribo, fumo, recuerdo, esto funciona así.
Adiós tiempo, tu y yo hemos terminado.

martes, 13 de diciembre de 2011

El desayuno de los campeones...


Quizás estoy demasiado acostumbrado a que me superen las cosas, ya no lloro, las lagrimas se las debió llevar también consigo.

Veo la playa desde el balcón, no dejo de fumar y de beber. Todos callados,  el sonido de la lluvia y la vista de una farola naranja que escupe humo al estar caliente, y empapada por la lluvia, envuelve la habitación. Es todo tan gris… Excepto las farolas naranjas que dan un toque de color al paisaje grisáceo que se extiende ante mí, motas de color se esparcen entre los edificios y una tímida luna emerge de entre las nubes, majestuosa, es tan mágica…

No dejamos de escupir humo, un porro detrás de otro, acompañado por mucha cerveza, y un silencio más que agradable.

Un café y un porro, el desayuno de los campeones. Empiezas el día con cierta euforia combinada con una paz increíble, el mar, el sonido de las olas, no hay nadie.

Recuerdos tristes invaden tu mente, sientes por un segundo que van a poder contigo… Pero no puedes volver a caer al mismo pozo, no otra vez por lo mismo… Así que decides andar un poco, empiezas a andar cada vez más rápido y los recuerdos siguen acechándote, corres, no hay quien te pare, no sabes porque corres pero corres no hay meta, no hay final solo corres.

Un paisaje de ciudad.


Miré por la ventana un paisaje de ciudad, los edificios se alzaban majestuosos sobre mí y me proporcionaban una extraña seguridad, sabía que coger ese tren no era una buena idea, pero aun así tenía que cogerlo.

Me gusta la ciudad, soy otro desconocido más, otra cara sin nombre. No me gusta ser conocido, quizás por eso detesto los pueblos, todo el mundo se sabe tu vida al dedillo. Me da la sensación que nací para vivir en ciudad.

El tren arrancaba despacio dejándome ver por la ventana como la ciudad iba menguando, como poco a poco todos esos enormes edificios se perdían en el vacío.  Volver no es un buena idea, repetía en mi mente, no es una buena idea volver para saber que se te vuelve a echar de menos, otra vez la misma canción, otra vez el mismo panorama y vaya panorama…

Discusiones de familia, algo que no debería ser considerado normal, en un lugar donde todos se quieren no debería haber peleas, pero eso no es cierto siempre.

Las paradas van pasando, y yo voy pensando en lo que me encontrare al bajar del tren, el mismo pueblo con la misma gente lo que en teoría debería ser mi hogar, mi tierra, me rio yo del sentimiento de pertenecer a un lugar, es tan absurdo… Al fin y al cabo solo es un sitio, un lugar que puede evocar recuerdos, lo cual a veces no es para nada bueno.

Miro la gente del tren, gente distraída, mirando a todos lados o por la ventana. Yo escribo, solo escribo como siempre lo de siempre. Siempre es el mismo tema el que vuelve una y otra vez a cargar sobre mi consciencia, el peso de saber que has cometido un error necesario, que no podías hacer otra cosa, pero es un error al fin y al cabo. No me queda más remedio que intentar poner algo de sentido a las cosas, coger mi vida y darle alguna dirección, saber qué hacer y no vivir siempre improvisando que acaba por fallar.

Al final siempre vuelvo al mismo punto, y volver al mismo lugar no ayuda para nada, ahora menos que pesa otra persona que no es feliz sobre mi conciencia y que conocí un poco desde allí.
Creo que estoy demasiado enganchado a escribir y creo que señores y señoras en esto estaréis de acuerdo seguro, algún día me prohibirán publicar más por repetitivo y porque no tengo ni puta idea de escribir.

A sabiendas de que nada bueno puede pasar en ese agujero me embarco otra vez para volver y enfrentarme otra vez al pasado, que se supone que pasado está pero yo lo tengo demasiado presente.

jueves, 8 de diciembre de 2011

Estúpido


Veo el cursor parpadeante en mi pantalla, estoy bloqueado, no sé qué escribir.
De todos modos voy a intentar algo.

Completamente asustado, y con razón, no puedo permitir que me quieras, es mejor que te vayas. Una dura decisión que no se puede tomar a la ligera.

Tu estas sentada al borde de mi cama, gimoteando, a punto de llorar me acerco y te pregunto qué te pasa a lo que tú respondes que no lo sabes. Yo incrédulo vuelvo a preguntar porque, porque estas triste, eres demasiado bonita para estar triste.

Acabas por ceder, y me dices que me quieres, no es algo que me viniera de nuevo pero no acababa de darme cuenta de lo que eso significaba. Nada podría volver a ser igual tu me quieres, pero yo a ti no te quiero de esa manera, me duele más de lo que podrías llegar a pensar.

No solo pierdo a una gran amiga, también a una gran persona, una chica como pocas, interesante y muy guapa. Pero no puedo quererte, no puedo hacerte más daño espero que algún día lo acabes entendiendo.

Yo termino por no saber qué hacer, nunca se que hacer y me encierro en mi habitación y me pongo a escribir, y a fumar… Yo lo sabía pero parece que tú no, no sabías que esto es imposible que no puedo quererte, que no voy a estar en los momentos difíciles, porque no puedo, tu solo querías que yo fuera feliz, y yo no puedo quererte, me siento estúpido.

“Si no estás bien contigo mismo nunca podrás estar bien con los demás.”


No me siento bien conmigo mismo.

jueves, 1 de diciembre de 2011

Gigante


No sé porque pero hoy me siento grande, un gigante que todo lo puede.

No creo que hoy deba fiarme de mi mismo, no quiero ver a este gigante convertido en un ser enclenque y desarmado. Tengo una satisfacción en la cabeza, por eso me siento gigante. Hoy podría correr hasta que fallaran mis piernas o vomitara de puro cansancio, lo sé porque ya me ha pasado. Tener la impresión de que todo lo puedes es fantástico, increíble, saber que hoy me hubiera comido el mundo.

Mañana será otro día tendré que correr, pensar y soñar un poco. Tendré que enfrentarme a nuevas situaciones, nuevos retos. Nueva gente, vieja gente, todos juntos, si mañana será otro día, quizás peor, quizás soleado, ojala sea un día gris, lluvioso, encantador. Ojala mañana llueva, poder sentir la lluvia contra mi cabeza, edificios grises y gente con prisa, y yo en calma, totalmente lento, totalmente encantado por la lluvia de la ciudad, esa lluvia…Entrar al metro totalmente calado, ah, el metro, si lo observas detenidamente es un lugar mágico.

El metro, ese lugar lleno de gente que viene y va, que no tienen un segundo que perder y no prestan atención a esos pequeños detalles ¿En el metro que miras? ¿Las paredes oscuras y las luces por la ventana? No, miras a la gente, y te das cuenta de muchas cosas, reacciones, miradas furtivas, ves como la mayoría de gente, en la cual me incluyo, no miran a nadie en concreto, van pasando de unos a otros, como con miedo a que alguien se fije en ti.

Mañana será otro día, ojala que llueva.

miércoles, 30 de noviembre de 2011

Equilibrio


Mantén la calma, un pie, ahora el otro, venga no es tan difícil, la parte superior del cuerpo hacia delante y recto, mientras echas la cadera hacia detrás. Pedalea, mantén el equilibrio, vamos,  no es tan difícil.

Un pie primero, que no tiemble la cuerda, el otro pie. Maten el peso recto sobre la cuerda, no te tambalees. ¡Cuidado, no tiembles! Controla la respiración, un paso detrás de otro, sobre la cuerda, mantente firme, aprieta abdominales y no dejes que tu cuerpo se ladee ni un instante.

Pie, pie, mano, mano, mantente vertical a la pared, en su mismo plano. Busca un apoyo para el pie, ahora uno para la mano, controla la fuerza, dalo todo, tienes un montón de músculos que no usas, ya puedes empezar a usarlos.  

Equilibrios sobre una rueda o una cuerda, escalar… Así me mantengo, suspendido en una línea que separa el caos de la completa destrucción. Un pasito tras de otro, simplemente pedalea, o escala cual araña, no te frenes, controla tu cuerpo, siente hasta el último musculo.
Mantente, vamos, respira, no puedes fallar ahora,  ahora no. Solo puedes seguir adelante, un poco más, venga, solo un poco. Debes llegar al final, alcanzar una meta. El cansancio es mental, vamos vamos, no vas a rendirte, no puedo dejar que te rindas.

Y te mantienes, llegas a tu destino, ya sea saltar una escalera con el monociclo, pasar por una cuerda floja o la reunión de una vía de escalada. Te sientes bien, te sientes muy bien contigo mismo, no te has rendido, has dado el cien por cien y ahí estas, satisfecho de ti mismo, en las alturas.

Estas cansado pero feliz, no hay ningún musculo que no te duela pero has llegado y ahora eso es lo único que importa, los músculos ya dolerán mañana.

Todo tiene un equilibrio y se necesita tener una mente fuerte y un cuerpo capaz de seguirla, como todo, todo se mantiene estable…
Supongo que todo no, mi vida no. ¿Porque todo tiene un equilibrio excepto mi vida? Voy dando tumbos sin rumbo y sigo esperando que vaya todo bien, algo no funciona… Tal vez lo que no funcione sea yo y esto no tenga remedio, de todos modos no creo que lo tenga.

martes, 29 de noviembre de 2011

Smoking Room


Es un simple cuarto, pero para mí es mucho más que eso, es un lugar de paz. Es un lugar donde me siento libre, donde conversar con mis amigos acompañados siempre de un porro y una cerveza, donde muchas veces el rasgar de la guitarra inunda la habitación, donde se que hay alguien que me va a entender.
Unas cervezas unos porros y un lugar nunca habían significado tanto, pero no es por las drogas, es por las personas.
Esas personas que sabes que no te van a fallar, que merecen la pena y que van a estar ahí aunque a priori no los veas, son el tipo de gente que deberíamos ser todos. Buenas personas, personas jodidas pero buenas. Nadie busca aprovecharse de nadie y todo se comparte, desde sueños hasta llantos, es un magnifico lugar, dudo mucho que cambiara ningún sitio por ese.
Aunque pensándolo bien no importa que sea ningún lugar concreto si no el hecho de estar todos juntos, que maldita sea, lo estoy echando mucho de menos al vivir lejos, por mucho que no quiera volver a Ontinyent cuando voy conseguís que no quiera irme sin vosotros, que no quiera dejaros allí.
La Smooking Room, ese gran lugar lleno de grandes personas.

lunes, 28 de noviembre de 2011

Miedo.



Creo que realmente te tengo miedo ¿Qué porque te tengo miedo? Te tengo miedo porque eres demasiado interesante, y también demasiado guapa para mí.
Frente al mar, como empiezan muchas historias, ahí me tenéis situado frente al mar, con mis amigos, todos en silencio excepto uno de ellos que canta y toca la guitarra. Es de noche y hace frío, las notas de la guitarra se abalanzan a la oscuridad de la noche intentando perderse, como mis pensamientos, que se mueren poco a poco mientras el alcohol va aumentando en mi sangre y va atontándome. Me inunda la paz, todo tranquilo. Estamos solos en toda la playa, solo se rasga el silencio por esas notas de guitarra y la voz que se va diluyendo conforme va avanzando la canción.
Se escucha la guitarra muy tenue, y termina la canción. Silencio, no es un silencio incomodo, todo lo contrario es un silencio que da paz.
Un “vaig to cego tios” rompe el silencio y echamos a reír, charlamos un poco de lo de siempre y andamos hasta llegar al rompeolas, las olas apenas rompen ya en él, la luna se refleja sobre el mar.
Adoro ver la luna, tan enorme, tan lejana… Me transmite mas clama si eso era posible.
Si pensar me hace infeliz prefiero ser infeliz a dejar de pensar.
Es una frase a la que le he dado miles de vueltas. Siempre con lo mismo, y me doy cuenta de que no puedo evitarlo, no puedo dejar de darle vueltas a las cosas.
Me voy lejos, y te prohíbo venir conmigo, pero tú no vas a venir conmigo porque nunca has estado ahí. Quiero que mi única compañía sean mis amigos, la luna, el mar y una guitarra.

quizás lo leas, da igual...


Sé que no fue un sueño porque tengo un ligero chupetón.
Y ahora esperáis que empiece a deciros que fue una gran noche de sexo. No hubo sexo, tampoco lo necesitaba. ¿Extraño eh? Tenía mentalizado que entre nosotros jamás pasaría nada,  la verdad, no me importaba mucho. Para mí era otro nivel, la miraba desde el sillón como exhalaba el humo de mi cachimba, es preciosa pensaba. No vayáis a pensar que me he enamorado ni nada por el estilo, simplemente creo que esta chica en concreto merece mi atención, no es por su físico, que también, me encanta la conversación que me da, y eso no es algo muy común. También me sube la autoestima que me hace mucha falta.
Me despedí con un hasta pronto aunque dudo muchísimo que vuelvas.

Saltar


Si sabes que vas a caer ¿Qué haces?
Saltar, saltar e intentar caer de pie aunque sepas que la distancia es demasiada, que no vas a llegar. Aunque si de todas formas te vas a caer ¿Que importa ya? Levantas los pies del suelo y te elevas sobre ese vacío que sabes que no vas a poder superar.
Caí de pie, no sé si fue la adrenalina o los años de parkour que tengo a las espaldas pero salte esas escaleras y caí de pie. No podía creerlo estaba dentro del metro y toda la gente me miraba con cara de “Que loco estas hijo puta”. Es normal después de tal salto no me explico cómo no me partí por la mitad.
Lo importante que saco de esto es que no me rendí ¿Por qué tendría que haberme dejado caer? No, si me caía todo iba a ir horriblemente mal.

Mierda
Estoy tirando mi vida a la basura, no sé qué hago, me doy mucho asco a mi mismo esto termina aquí.
No estoy dando un palo al agua, un día detrás de otro faltando a clase, borracho por las noches. ¿A quien quiero engañar? Soy demasiado tonto para esto, llevo mucho tiempo pensando que una persona inteligente, aunque siempre lo he dudado, y ahora me doy cuenta, no soy más que otro imbécil que se pasa la vida lamentándose de sí mismo.
No sé hacer nada bien, nada se me da bien, no triunfo en los estudios, ni en el deporte, ni en la música, ni entre las mujeres y ni siquiera escribo bien. Como diría Tayler Durden no soy más que otra mierda cantante y danzante.
Esperanza, desconozco lo que significa ahora mismo. Veo que mi futuro se va a la mierda y no hago nada por evitarlo, no soy más que otra persona que quedara ahogada y olvidada, otra mierda de persona que nadie va a querer, que va a morir sin pena ni gloria y no va ser nada en su vida.
Miradme, aquí escribiendo cosas que apenas va leer nadie, y me he sentido orgulloso de mis textos cada vez que me decís que os gustan, pero esto no me lleva a nada, no me va a labrar un futuro y me voy a ahogar en mi propia mierda.
Muy patético, me siento lo más bajo, la escoria más despreciable de este planeta y importa bien poco, porque lo leeréis y diréis, bah, es un imbécil, si quisiera cambiar lo hubiera hecho ya, y lo olvidareis a los pocos minutos. No busco vuestra compasión, si no desahogarme porque si alguien estuviera hablando conmigo ahora seguramente se daría cuenta de que estoy hundido en mi propia mierda de la cual no puedo salir.
Está muy bien eso de escribir sobre el amor, sobre los sentimientos, pero… ¿Qué importa cuando no tienes futuro? Digo que mi vida se está desmoronando, pero ¿Realmente alguna vez he tenido futuro? ¿He hecho algo por intentar salir adelante?
No, todo han sido drogas, sexo y rock&roll… Que típico…
Y solo soy otro puto intento fallido de escritor, de estudiante y de persona. He fallado en todo cuando he intentado y ni siquiera  soy capaz de conseguir mantener una buena relación con personas que me importan de verdad.
Y… ¿Luego qué? Luego nada. Luego voy a intentar cambiar.
Deseadme suerte.

martes, 22 de noviembre de 2011

La ventana sigue abierta, esa ventana por la cual salté.


Me transporto a las alturas, tu estas ahí tumbada en mi cama y yo escribo esto a tu lado mirándote, temiendo dormirme y que al despertar no sigas ahí. Y tú no estabas.

Papeles vuelan por los aires palabras que escribimos juntos metidos en la cama, me gustaba imaginar historias lejanas contigo, volar juntos. No sé en qué momento te alejaste de mí, tú te cansaste de volar y yo caí en picado. Ahora lanzo por los aires todas esas historias, en un momento de desesperación me arrodillo y doy un puñetazo al suelo, no esperaba esto. Me afligen los momentos en los cuales tu piel resbalaba sobre la mía y te me agarrabas fuerte. Me pongo de pie con ligera dificultad y recojo los folios mojados por mis lágrimas, enciendo un porro y me siento frente a la ventana a admirar la lluvia. Es increíble la belleza del gris de la ciudad bajo la lluvia, suena Fabián de fondo, miro las hojas a mi lado y voy cogiéndolas una por una y lanzándolas al vacio de la noche.

Me desperté en mi cama, solo de nuevo maldiciéndote entre dientes. El último recuerdo de mi noche fue ver a Albert, uno de mis compañeros de piso arrastrándome por el suelo hasta la cama, me propuse cogerla grande y la cogí, tanto que no recuerdo ni la mitad de la noche. En verdad no sé como Albert me aguanta.

Estaba algo confuso, estaba la ventana abierta, todo lo que había sobre mi mesa estaba completamente empapado, todos los textos. Los textos ya no importaban nada, estaban escritos para ti. La ventana estaba abierta, me puse de pie en la mesa y adelante los pasos, me siento sobre la cornisa mojada mientras la lluvia empieza a cesar, enciendo un cigarro y empiezo a pensar en las aves, siempre las malditas aves.

Volar… siempre pienso en volar me pongo de pie adelanto un paso al vacio, paro dubitativo y me pregunto ¿Qué pasaría si saltara? Si simplemente me dejara caer, y nada más, pum, adiós ya no queda nada de lo que era. Retraso el paso, vuelvo a dentro, cojo carrerilla y salto.

Salto en mi mente, en la realidad vuelvo a encender la cachimba y pienso, que le follen.

sábado, 19 de noviembre de 2011

Va de mitades


"Otra vez en la trinchera, amigos míos"
Y con una frase parto, parto lejos, viajo más allá de las fronteras de la decepción y la ilusión, de aquellas cadenas de cristal que parto en pedazos con cada paso. La tarde empezaba aburrida, demasiado aburrida, un montón de trabajos me tenían agobiado. Vuelta a casa, nuevo punto de partida, allí me esperaba mi compañero de piso (de cuyas manos se escribe esta historia) fumado, cómo no... ambos sabíamos que esta noche iba ser grande, pero no me sentía bien conmigo mismo, las dudas me asaltaban... ¿Qué debo hacer? ¿Terminar? Todavía no, no es el momento. Un telón sería demasiado definitivo.


Sé que a veces no actúo como es correcto, lo sé, no me importa una mierda, actúo como creo que es correcto, en torno a mi parecer. No quiero gustaros, no lo necesito, no lo he hecho nunca, ni pretendo que alguna vez ocurra. Es mi conciencia la que manda y guía mis pies. De todos modos sigo teniendo mi opinion lógica e incuestionable, soy así de cabezota, pero acabo teniendo razón. A todos quienes he dado consejo han terminado por admitirlo, al menos en temas de amor. Soy un capullo, lo sé, no necesito que me lo recordéis... yo solo me autocastigo.
Entramos a la sala medio vacía, esperándola repleta, daba lástima ese gran artista entre tan poca gente, aunque eso nos consiguió un autógrafo. Sobra decir que pasé casi todo el concierto con los ojos húmedos, escuchando aquellas briznas de poesía que se filtraban entre su voz y el rasgar de las cuerdas de la guitarra.
Terminó el concierto y buscamos algun garito abierto aunque claro, después de escucharle era imposible meterse en otro pub de mierda a escuchar basura antimelódica.


Volver a casa a meternos una cachimba y lo que quedaba de cerveza era lo más viable, humo en pulmones y mente, adormecer la conciencia que nos ataca a traición, que nos recuerda lo que no hacemos o hicimos bien... y la acallamos a base de drogas, la sepultamos bajo capas y capas de ebriedad, ¿por qué? Porque es más fácil que enfrentarse a la realidad, esa realidad que duele, que te apuñala por las espaldas. En el momento justo en que te estabas empezando a fijar en que eras feliz, ahí está con su puñal envenenado de traiciones, envidias y deseos inconfesables, obligándote a dormir con un ojo abierto, a mantenerte tenso, en alerta.
Y por eso nos emborrachamos. Por eso bebemos. Para olvidar. Para recordar, muchas veces con ira. Para que parezca que nada nos importa, cosa que poco a poco se convierte en verdad.
Estoicismo. La última barrera que nos queda, lo único que puede defender nuestra mente cuando nuestra barrera emocional se derrumba.
Y por eso brindamos. A la salud y memoria de todos quienes beben para acallar una mente ruidosa. Porque aun pareciendo inmensamente diferentes, en el fondo no somos tan distintos.




Dices que ya no te duele, pero te quema por dentro.

jueves, 8 de septiembre de 2011

tengo ganas de llorar sin ningún motivo aparente, simplemente estoy triste por no se que...
Lo tienes todo, amigos, algo de dinero, independencia, una chica que te hace caso… y aun así no eres feliz.

¿Qué mierda te está pasando? Antes eras feliz con nada, no tenías nada de esto y aun así eras feliz.

Estaba sentado en aquella mesa de un bar cualquiera perdido en ciudad, charlando de temas sin demasiada importancia con algunos amigos. Cuando me salto esa idea a la cabeza. ¿Por qué yo no soy feliz? Y la solté en voz alta. No hubo una respuesta concreta  ni de lejos y cambiamos de tema rápidamente.

He llegado a la conclusión de que en realidad lo que me pasa es que soy un capullo, quien lo niegue es que no me conoce demasiado bien. Pero si soy un capullo. ¿Cómo he llegado a esta conclusión?  No lo sé sacad la vuestra propia.

Si tiendo a ponerme siempre en lo peor es porque a así nunca me decepciono. Podéis pensar que llevo una vida muy triste por hace eso pero no conozco otra manera de vivir.

No intentéis analizar este texto, buscarle un sentido, no lo tiene solo intento ordena ideas de mi cabeza. Si buscáis una frase bonita o palabras de ánimo podéis ir cerrando la ventana porque en este blog no las vais a encontrar.

Y ahora sigo con mi reflexión.

¿Por qué todo el mundo se empeña en decirme que todo va a salir bien, que alegre la cara? Las primeas veces lo creí cierto. ¡Qué coño! Todo va a salir bien pensaba para mí, pero en el fondo sabía que no y el fondo acertaba.

En estas cosas la vida me ha demostrado que casi siempre acierto, las personas no cambian. Simplemente disimulan algún tiempo.

lunes, 13 de junio de 2011

sabes que no puedes más.

Sientes como poco a poco tu cuerpo va perdiendo el ritmo que lleva tu mente. Una meta, llegar de un punto a otro corriendo sin detenerte un instante sin mirar atrás. Sientes un inmenso dolor en las piernas pero no te detienes tienes que llegar a ese punto a toda costa. Notas tu respiración violenta mientras se aceleran a una velocidad enorme tus latidos.
Te duele todo el cuerpo aun así no puedes parar. Hasta que ya no puedes más aun así sigues intentando superarte apurando los últimos metros para lograr tu meta y así poder realizarte un poco más.
 Tus piernas empiezan a arder y piensas en parar, detenerte y dejarlo. No puedo ¿A todo se limita eso? ¿Simplemente he fallado y ya está? No, no tengo que lograr-lo, tengo que llegar como sea… de repente te fijas en que hay un grupito de gente mirándote extrañada. Debe ser porque estas empapado en sudor y rojo como un tomate a causa del esfuerzo.
 No pares, ahora no, no puedes rendirte, vamos falta poco piensas. La música te ayuda a hacer un esfuerzo mayor todavía. Ese ritmo que va fluyendo por tus venas y marcándote los pasos tal cual un reloj, uno detrás de otro. Tus piernas arden no puedes detenerte.
Hasta que te fallan las piernas y caes en el suelo lleno de rabia y derrotado no sabes que hacer. No puedes levantarte. No sabes qué hacer. Has fallado, has caído donde tantos otros cayeron te quedas mirando al cielo ya oscuro. Tumbado boca arriba sobre el asfalto, te duele el golpe pero no te importa. Has fallado tu cometido. Lo tenías tan sumamente cerca y no has podido aguantar.
Apenas puedes moverte, levantar-te supondría mucho esfuerzo y sigues un rato tirado en la hierba mientras piensas el por qué te han fallado las piernas en ese preciso momento. Hasta que te das cuenta que tenían que fallar. Tenías que detenerte mucho antes pero no lo hiciste no te rendiste hasta que tus fuerzas se extinguieron. Hasta que no te quedo más remedio que caer. Se dibuja una tenue sonrisa en tu cara y te levantas con dificultad. Sabes que lo has dado todo y por eso estas contento. Habrás  caído, sin conseguir nada. Pero lo menos lo has intentado.

martes, 5 de abril de 2011

Una pequeña historia.

Se fue dejando tras de si un rastro desolador de un vacío  frío y al mismo tiempo ardiente, como cuando coges la nieve con las manos. Llegados a este punto creí que no iba a doler, es una forma peculiar de relatar una historia pero hoy no hay reflexión profunda,  hoy solo quiero contaros una pequeña historia que voy inventando sobre la marcha, os preguntareis de que trata, pues allá voy, no lo se. Solo se que es una historia, la historia de la vida, en la cual me muevo improvisando sin rumbo fijo, hoy no quiero expresar nada, o tal vez si...
Bueno de todos modos tenia que contar una historia, espera, quiero andarme por las ramas ¿Por que no? Esto es mío y escribo lo que quiero.
La verdad duele a veces es algo que ya he asumido pero no creí que doliera tanto. Lo hace, no debería, pero nos engañamos no vemos lo que hay detrás de esa nube tan espesa que crea nuestro celebro, tan espesa pero tan frágil que al mismo tiempo se puede destruir con una palabra.
¿Me quieres?
No.
Y así se destruye esa nube de felicidad en la que tendemos a refugiarnos…mmm…Creo olvidar alguna cosa…Debe ser eso no recuerdo esa sensación de felicidad, pero no, no es eso, ah! ¡Si! La historia bueno, todo empezó con aquella maravillosa chica que vi un día por la calle y yo, ahora pensareis que es la típica historia de amor la cual acaba bien pero no, esto no va así, si la chica era toda una belleza inteligente además de guapa, no me hubiera importado tener nada con ella, pero ella buscaba otra cosa en mi.
Bueno, volvamos al tema de la chica que voy a llamar chica, sin mas no me apetece dar un nombre para que malinterpretéis y penséis que me inspiro en alguien.
A lo que íbamos, aquella chica que paso, ni se fijo en mi, no me dedico ni una miserable sonrisa mientras yo la miraba, se fue y pensé gírate, dile algo no te quedes pasmado capullo sonríele y pregúntale su nombre, al final me gire la chica ya no estaba habia desaparecido pensareis ahora empezara a contar la historia de cómo la conocio, pero no, no lo hice paso, me quede mirando y ya esta luego la volví a ver en alguna ocasión pero no, no le dije absolutamente nada, pensareis que soy un cobarde. Lo prefiero así si hubiera conocido a esa chica quizás no escribiría esto porque me habría decepcionado con creces seguro.
Esta es la historia no es una historia bonita que diga nada, no esta bien escrita, es mas ni siquiera es real, pero es mas real que esos cuentos de hadas que escribe la gente solo queda decir, que tu, si el que esta leyendo esto, quizás eres tu esa persona que me quedare mirando y a la cual no hablare, o quizás lo haga otro, la verdad no me importa pero si lo eres no te diré nada.
Quizás soy un cobarde ¿Qué más da?
Miau

domingo, 20 de marzo de 2011

Que asco...

Y pensar que todo esto a sido un sueño, una ilusión mi cabeza me ha vuelto a jugar un mala pasada siento que el sol abrasa mi piel, el viento me da en la cara y simplemente siento que esto no me puede estar pasando, que no puedo evitarlo, el dolor se vuelve a apoderar de mi, siento que simplemente no puedo hacer otra cosa que tengo que saltar y elevarme pero caigo en el pozo otra vez, ese pozo de paredes lisas del que no puedo salir que me tiene encerrado.
Dices que te molesto, no quiero agobiarte, pero tampoco quiero perderte simplemente yo lo siento, siento haberte hecho daño, no te merezco, sigo queriendo tenerte entre mis brazos, poseerte darte lo que nadie te a dado hacerte ver las estrellas que me hagas volar, volar tan alto rozando tu piel, sintiendo que no hay nadie mas. Pero no estas aquí no puedo tocarte no puedo besarte y duele, miro hacia el cielo, toco el mar, tan inmenso que me siento tan pequeño y tu, tu… eres tan grande para mi, hay una gran pendiente que no puedo subir que no puedo escalar, la impotencia me come por dentro me revienta, me esta jodiendo vivo pero al final ¿Que mas da? Voy a acabar borracho…

miércoles, 16 de marzo de 2011

la cague...

todos los días salgo a la terraza por si aparecieras pero no lo haces y vuelvo a lamentar todo lo hecho todo lo por hacer y se me quitan las ganas de todo no me apetece hacer nada, nada hago y tampoco me apetece y lloro porque es lo único que puedo hacer y no me recuerda a ti no puedo ni meterme en la cama porque te recuerdo y mis lagrimas invaden mis ojos, no es por el sexo, para nada es por todos los momentos que pasamos tumbados, hablando, contemplando tu belleza embaucado y unas putas fotos recuerdos y mis palabras son lo unico que me queda de ti y tengo ganas de correr, correr tan lejos, donde nadie pueda encontrarme, y muero una vez mas entre mis pensamientos entre mis putas palabras que se van tiñendo en un papel el cual pronto sera presa de las llamas y vuelvo a caer en mis cenizas, y pienso, pienso en todos esos maravillosos momentos que viviamos todos los paseos, los cafes los ratos hablando y tu maravillosa belleza que me dejava ensimismado y vuelvo a arder por dentro todos los momentos que pensé, la odio, pero realmente pensaba, la amo, quiero que este aqui que me coja, me consuele pero tu no apareces, y de nuevo ardo, ese fuego que me consume por dentro y no me deja vivir el echo de que te fueras, me consume me mata, ya estan otra vez las putas lagrimas que no puedo evitar al recordarte, tu felicidad me destruye, es un fuego que no puedo apagar, que no quiero apagar y que me quema y duele tanto que quisiera morir, acabar con todo saltar, y volar sentir que me elevo contigo, simplemente contigo pero no estas aqui y ardo y muero
lo siento pero no puedo evitarlo, TE QUIERO

jueves, 3 de marzo de 2011

 per deixar lliure la meua ment, desferme de les lligadures fisiqes i emocionals,bua ser un pardal, deu ser brutal volar lliure, saltar al buit sabent qe no vas a fallar qe no cauras...
de vegades m'odie per no poder ser feliç estant lligat a una persona i saber qe va a estar ahi despres em falla, i caic caic al buit intente batir les meues ales i no estan, falle de nou i torne a caure a un pou sense fons on els sentiments i les accions dominen el terreny, deuria prendre una bocanada per despegar o deixarme caure i no tornar?
i pense qe la meva vida esta marcada, com un cigarret consuminse poc a poc desistint i caiguent, impulsada o no per la gent del meu voltant, magradaria ser etern, fluid com l'aigua pasar per mil llocs i no qedarme a cap, pero la mort espera ajocada a un matoll esperant a un vell trobador qe cau de sopte sense saber la seua sort.
Licencia Creative Commons
Este obra de Quique Perigüell Cabanes está bajo una licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported.