jueves, 4 de julio de 2013

Libros

Y esos tristes libros del estante de tú habitación, que una vez leíste ansioso. Esos grandes cuento que te echan de menos suspirantes, que saben que probablemente no volverás a ojear sus páginas porque creciste, y se quedaron pequeños. Tan pequeños que juegan entre ellos a intercambiar palabras, comparten sueños extraviados.
Porque ellos también sueñan, con maravillosos ojos posándose en sus abundantes letras y finas manos acariciando sus portadas. Y charlan, de sus lobos y espadas, aventuras y coartadas. Quietos, expectantes porque alguna vez un infante los ame como alguna vez los amaste.
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Este obra de Quique Perigüell Cabanes está bajo una licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported.