lunes, 13 de febrero de 2012

Remember.


Guardar cosas no por lo que son, no por ser bonitas, tampoco por que queden bien, si no por de quien han sido.

En mi opinión un objeto tiene muy poco valor al ser adquirido, es la historia de ese objeto, de quien ha sido, donde ha estado. Es como un pequeño mundo de sueños, una litrona bebida, un par de paquetes de tabaco vacíos que sus dueños terminaron aquí. Son cosas que no valen nada, recuerdos de un pasado que marcha firme absorbiendo el presente, adelantando el futuro.

Esos objetos me recuerdan que ha habido algo antes, que no ha pasado todo en un segundo, que la vida es más que despertarse día tras día y esperar que todo vaya bien, todo tiene un pequeño o un gran pasado, algo que contar, historias soñadas. Todos los objetos tienen un fin, una representación de algo que expresar, algunos simplemente son útiles, pequeños utensilios que te hacen la vida un poco más fácil, otros son un ahogado grito de socorro.

Una simple parte de arriba de una cachimba, acumula demasiados momentos, buenos y no tan buenos, ahora es solo un trozo de cerámica que un día se estrello contra el suelo. Fue un accidente necesario, algún día sabía que iba a pasar por el hecho de que ya había estado al borde de romperse muchas otras veces, la verdad no me importo que se rompiera, es sustituible, como todos los objetos, efímero, como todos los cuerpos. Nada es para siempre pero los recueros crean la persona, permitiéndonos soñar o intentar aprender de los errores del pasado.

Una vida sin recuerdos es una primavera sin flores, un rompeolas en calma.

lunes, 6 de febrero de 2012

raw 300's


Una canción, un bonita boca que proyecta una gran sonrisa cantando, moviéndose al ritmo de la música, enloqueciendo un poco. Dejarse llevar no es del todo bueno, sí, te dejas llevar, ¿y luego qué? Llegas a un callejón sin salida, donde tienes que elegir a la fuerza, donde el invierno sacude con fuerza y lo deja todo helado a su paso, destruyendo todas las flores, haciendo caer los arboles y tiñendo de gris lo que era azul. Te pasas demasiado tiempo pensando en el qué pasaría, pasará lo qué pase, ya se verá… Pero hay que llevar un rumbo, un enfoque de la realidad, para sacar las instantáneas justo a tiempo, cuando el azar deja caer un poco de felicidad en tu vida.

Un poco de jazz, una “Jump Session” en un bar pequeño o un concierto en acústico, grandes momentos, la música te transporta a otro lugar donde no existen los problemas, pequeños mordiscos al mundo, sonrisas robadas con un par de acordes o un punteo, una gran frase que se deja caer de una canción, inesperada, soñadora…  Mas cerveza y menos sueños, recuerdos, paranoias, alegrías, amigos, gente que pasa desapercibida en tu vida. Remontar noche tras noche e intentar hacer frente al destino, intentar no mirar al pasado.

Mirar el cielo desde la ventana y ver las nubes que se marchan indiferentes a todo, arrastradas por el viento hacia otra tormenta perfecta en mitad de la noche.


miércoles, 1 de febrero de 2012

Apenas.


No es tan fácil, nada es tan fácil, creo que he perdido otro año. Vuelvo a darme cuenta tarde de todo, como siempre. Y aquí estoy, llevo una hora y media fabricándome apuntes que probablemente no me sirvan para nada, pero tengo que intentarlo, tengo que intentar salvar lo que queda de año.

Justo ahora tú te vas lo cual me facilita un poco las cosas, pero no significa que no te vaya a echar de menos, que ya no tendré un compañero de lunes, ni una persona para simplemente pasear y que yo te vaya diciendo, mira, que buena está esa y tú me respondas, anda que aquel tío… Me haces reír mucho, me gusta tu manera de ver las cosas, la intimidad que hemos alcanzado. También acabo de conocer a una gente genial, pero esperaba poder seguir conociéndola contigo, no acabo de asimilar que ya no vas a estar. Que no te podré llamar para decirte que si nos tomamos unas cervezas y fumamos un poco, y te plantes en mi casa más rápido que un rayo… Eso no era una despedida, era un hasta luego.

Ahora mismo volvería a la playa, para no pensar nada, para esperar a la primavera. En ese momento sentados en la arena mirando los tonos que iba adquiriendo el horizonte y el reflejo del cielo en la arena. Eso era un sueño, un sueño precioso, una tarde inolvidable, la sensación en mi cabeza de ser un gigante, de saber que por un instante fue primavera. Sigo sin tener nada, pero tu carita me convenció para seguir escribiendo aquí. “No me mires así” No te sé mirar de otra manera. Sigo sin saber porqué te ríes, pero me encanta. Quiero volver a esa playa y olvidar el tiempo, quiero volver a esa playa y soñar que todo va a ser diferente, que me queda algo en esta vida… Que tengo algo que hacer aquí, que no necesito un porqué para hacer las cosas, que no me va a doler.

“Esperare a la primavera, no volveré a pensar en ti”

Licencia Creative Commons
Este obra de Quique Perigüell Cabanes está bajo una licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported.