miércoles, 30 de noviembre de 2011

Equilibrio


Mantén la calma, un pie, ahora el otro, venga no es tan difícil, la parte superior del cuerpo hacia delante y recto, mientras echas la cadera hacia detrás. Pedalea, mantén el equilibrio, vamos,  no es tan difícil.

Un pie primero, que no tiemble la cuerda, el otro pie. Maten el peso recto sobre la cuerda, no te tambalees. ¡Cuidado, no tiembles! Controla la respiración, un paso detrás de otro, sobre la cuerda, mantente firme, aprieta abdominales y no dejes que tu cuerpo se ladee ni un instante.

Pie, pie, mano, mano, mantente vertical a la pared, en su mismo plano. Busca un apoyo para el pie, ahora uno para la mano, controla la fuerza, dalo todo, tienes un montón de músculos que no usas, ya puedes empezar a usarlos.  

Equilibrios sobre una rueda o una cuerda, escalar… Así me mantengo, suspendido en una línea que separa el caos de la completa destrucción. Un pasito tras de otro, simplemente pedalea, o escala cual araña, no te frenes, controla tu cuerpo, siente hasta el último musculo.
Mantente, vamos, respira, no puedes fallar ahora,  ahora no. Solo puedes seguir adelante, un poco más, venga, solo un poco. Debes llegar al final, alcanzar una meta. El cansancio es mental, vamos vamos, no vas a rendirte, no puedo dejar que te rindas.

Y te mantienes, llegas a tu destino, ya sea saltar una escalera con el monociclo, pasar por una cuerda floja o la reunión de una vía de escalada. Te sientes bien, te sientes muy bien contigo mismo, no te has rendido, has dado el cien por cien y ahí estas, satisfecho de ti mismo, en las alturas.

Estas cansado pero feliz, no hay ningún musculo que no te duela pero has llegado y ahora eso es lo único que importa, los músculos ya dolerán mañana.

Todo tiene un equilibrio y se necesita tener una mente fuerte y un cuerpo capaz de seguirla, como todo, todo se mantiene estable…
Supongo que todo no, mi vida no. ¿Porque todo tiene un equilibrio excepto mi vida? Voy dando tumbos sin rumbo y sigo esperando que vaya todo bien, algo no funciona… Tal vez lo que no funcione sea yo y esto no tenga remedio, de todos modos no creo que lo tenga.

martes, 29 de noviembre de 2011

Smoking Room


Es un simple cuarto, pero para mí es mucho más que eso, es un lugar de paz. Es un lugar donde me siento libre, donde conversar con mis amigos acompañados siempre de un porro y una cerveza, donde muchas veces el rasgar de la guitarra inunda la habitación, donde se que hay alguien que me va a entender.
Unas cervezas unos porros y un lugar nunca habían significado tanto, pero no es por las drogas, es por las personas.
Esas personas que sabes que no te van a fallar, que merecen la pena y que van a estar ahí aunque a priori no los veas, son el tipo de gente que deberíamos ser todos. Buenas personas, personas jodidas pero buenas. Nadie busca aprovecharse de nadie y todo se comparte, desde sueños hasta llantos, es un magnifico lugar, dudo mucho que cambiara ningún sitio por ese.
Aunque pensándolo bien no importa que sea ningún lugar concreto si no el hecho de estar todos juntos, que maldita sea, lo estoy echando mucho de menos al vivir lejos, por mucho que no quiera volver a Ontinyent cuando voy conseguís que no quiera irme sin vosotros, que no quiera dejaros allí.
La Smooking Room, ese gran lugar lleno de grandes personas.

lunes, 28 de noviembre de 2011

Miedo.



Creo que realmente te tengo miedo ¿Qué porque te tengo miedo? Te tengo miedo porque eres demasiado interesante, y también demasiado guapa para mí.
Frente al mar, como empiezan muchas historias, ahí me tenéis situado frente al mar, con mis amigos, todos en silencio excepto uno de ellos que canta y toca la guitarra. Es de noche y hace frío, las notas de la guitarra se abalanzan a la oscuridad de la noche intentando perderse, como mis pensamientos, que se mueren poco a poco mientras el alcohol va aumentando en mi sangre y va atontándome. Me inunda la paz, todo tranquilo. Estamos solos en toda la playa, solo se rasga el silencio por esas notas de guitarra y la voz que se va diluyendo conforme va avanzando la canción.
Se escucha la guitarra muy tenue, y termina la canción. Silencio, no es un silencio incomodo, todo lo contrario es un silencio que da paz.
Un “vaig to cego tios” rompe el silencio y echamos a reír, charlamos un poco de lo de siempre y andamos hasta llegar al rompeolas, las olas apenas rompen ya en él, la luna se refleja sobre el mar.
Adoro ver la luna, tan enorme, tan lejana… Me transmite mas clama si eso era posible.
Si pensar me hace infeliz prefiero ser infeliz a dejar de pensar.
Es una frase a la que le he dado miles de vueltas. Siempre con lo mismo, y me doy cuenta de que no puedo evitarlo, no puedo dejar de darle vueltas a las cosas.
Me voy lejos, y te prohíbo venir conmigo, pero tú no vas a venir conmigo porque nunca has estado ahí. Quiero que mi única compañía sean mis amigos, la luna, el mar y una guitarra.

quizás lo leas, da igual...


Sé que no fue un sueño porque tengo un ligero chupetón.
Y ahora esperáis que empiece a deciros que fue una gran noche de sexo. No hubo sexo, tampoco lo necesitaba. ¿Extraño eh? Tenía mentalizado que entre nosotros jamás pasaría nada,  la verdad, no me importaba mucho. Para mí era otro nivel, la miraba desde el sillón como exhalaba el humo de mi cachimba, es preciosa pensaba. No vayáis a pensar que me he enamorado ni nada por el estilo, simplemente creo que esta chica en concreto merece mi atención, no es por su físico, que también, me encanta la conversación que me da, y eso no es algo muy común. También me sube la autoestima que me hace mucha falta.
Me despedí con un hasta pronto aunque dudo muchísimo que vuelvas.

Saltar


Si sabes que vas a caer ¿Qué haces?
Saltar, saltar e intentar caer de pie aunque sepas que la distancia es demasiada, que no vas a llegar. Aunque si de todas formas te vas a caer ¿Que importa ya? Levantas los pies del suelo y te elevas sobre ese vacío que sabes que no vas a poder superar.
Caí de pie, no sé si fue la adrenalina o los años de parkour que tengo a las espaldas pero salte esas escaleras y caí de pie. No podía creerlo estaba dentro del metro y toda la gente me miraba con cara de “Que loco estas hijo puta”. Es normal después de tal salto no me explico cómo no me partí por la mitad.
Lo importante que saco de esto es que no me rendí ¿Por qué tendría que haberme dejado caer? No, si me caía todo iba a ir horriblemente mal.

Mierda
Estoy tirando mi vida a la basura, no sé qué hago, me doy mucho asco a mi mismo esto termina aquí.
No estoy dando un palo al agua, un día detrás de otro faltando a clase, borracho por las noches. ¿A quien quiero engañar? Soy demasiado tonto para esto, llevo mucho tiempo pensando que una persona inteligente, aunque siempre lo he dudado, y ahora me doy cuenta, no soy más que otro imbécil que se pasa la vida lamentándose de sí mismo.
No sé hacer nada bien, nada se me da bien, no triunfo en los estudios, ni en el deporte, ni en la música, ni entre las mujeres y ni siquiera escribo bien. Como diría Tayler Durden no soy más que otra mierda cantante y danzante.
Esperanza, desconozco lo que significa ahora mismo. Veo que mi futuro se va a la mierda y no hago nada por evitarlo, no soy más que otra persona que quedara ahogada y olvidada, otra mierda de persona que nadie va a querer, que va a morir sin pena ni gloria y no va ser nada en su vida.
Miradme, aquí escribiendo cosas que apenas va leer nadie, y me he sentido orgulloso de mis textos cada vez que me decís que os gustan, pero esto no me lleva a nada, no me va a labrar un futuro y me voy a ahogar en mi propia mierda.
Muy patético, me siento lo más bajo, la escoria más despreciable de este planeta y importa bien poco, porque lo leeréis y diréis, bah, es un imbécil, si quisiera cambiar lo hubiera hecho ya, y lo olvidareis a los pocos minutos. No busco vuestra compasión, si no desahogarme porque si alguien estuviera hablando conmigo ahora seguramente se daría cuenta de que estoy hundido en mi propia mierda de la cual no puedo salir.
Está muy bien eso de escribir sobre el amor, sobre los sentimientos, pero… ¿Qué importa cuando no tienes futuro? Digo que mi vida se está desmoronando, pero ¿Realmente alguna vez he tenido futuro? ¿He hecho algo por intentar salir adelante?
No, todo han sido drogas, sexo y rock&roll… Que típico…
Y solo soy otro puto intento fallido de escritor, de estudiante y de persona. He fallado en todo cuando he intentado y ni siquiera  soy capaz de conseguir mantener una buena relación con personas que me importan de verdad.
Y… ¿Luego qué? Luego nada. Luego voy a intentar cambiar.
Deseadme suerte.

martes, 22 de noviembre de 2011

La ventana sigue abierta, esa ventana por la cual salté.


Me transporto a las alturas, tu estas ahí tumbada en mi cama y yo escribo esto a tu lado mirándote, temiendo dormirme y que al despertar no sigas ahí. Y tú no estabas.

Papeles vuelan por los aires palabras que escribimos juntos metidos en la cama, me gustaba imaginar historias lejanas contigo, volar juntos. No sé en qué momento te alejaste de mí, tú te cansaste de volar y yo caí en picado. Ahora lanzo por los aires todas esas historias, en un momento de desesperación me arrodillo y doy un puñetazo al suelo, no esperaba esto. Me afligen los momentos en los cuales tu piel resbalaba sobre la mía y te me agarrabas fuerte. Me pongo de pie con ligera dificultad y recojo los folios mojados por mis lágrimas, enciendo un porro y me siento frente a la ventana a admirar la lluvia. Es increíble la belleza del gris de la ciudad bajo la lluvia, suena Fabián de fondo, miro las hojas a mi lado y voy cogiéndolas una por una y lanzándolas al vacio de la noche.

Me desperté en mi cama, solo de nuevo maldiciéndote entre dientes. El último recuerdo de mi noche fue ver a Albert, uno de mis compañeros de piso arrastrándome por el suelo hasta la cama, me propuse cogerla grande y la cogí, tanto que no recuerdo ni la mitad de la noche. En verdad no sé como Albert me aguanta.

Estaba algo confuso, estaba la ventana abierta, todo lo que había sobre mi mesa estaba completamente empapado, todos los textos. Los textos ya no importaban nada, estaban escritos para ti. La ventana estaba abierta, me puse de pie en la mesa y adelante los pasos, me siento sobre la cornisa mojada mientras la lluvia empieza a cesar, enciendo un cigarro y empiezo a pensar en las aves, siempre las malditas aves.

Volar… siempre pienso en volar me pongo de pie adelanto un paso al vacio, paro dubitativo y me pregunto ¿Qué pasaría si saltara? Si simplemente me dejara caer, y nada más, pum, adiós ya no queda nada de lo que era. Retraso el paso, vuelvo a dentro, cojo carrerilla y salto.

Salto en mi mente, en la realidad vuelvo a encender la cachimba y pienso, que le follen.

sábado, 19 de noviembre de 2011

Va de mitades


"Otra vez en la trinchera, amigos míos"
Y con una frase parto, parto lejos, viajo más allá de las fronteras de la decepción y la ilusión, de aquellas cadenas de cristal que parto en pedazos con cada paso. La tarde empezaba aburrida, demasiado aburrida, un montón de trabajos me tenían agobiado. Vuelta a casa, nuevo punto de partida, allí me esperaba mi compañero de piso (de cuyas manos se escribe esta historia) fumado, cómo no... ambos sabíamos que esta noche iba ser grande, pero no me sentía bien conmigo mismo, las dudas me asaltaban... ¿Qué debo hacer? ¿Terminar? Todavía no, no es el momento. Un telón sería demasiado definitivo.


Sé que a veces no actúo como es correcto, lo sé, no me importa una mierda, actúo como creo que es correcto, en torno a mi parecer. No quiero gustaros, no lo necesito, no lo he hecho nunca, ni pretendo que alguna vez ocurra. Es mi conciencia la que manda y guía mis pies. De todos modos sigo teniendo mi opinion lógica e incuestionable, soy así de cabezota, pero acabo teniendo razón. A todos quienes he dado consejo han terminado por admitirlo, al menos en temas de amor. Soy un capullo, lo sé, no necesito que me lo recordéis... yo solo me autocastigo.
Entramos a la sala medio vacía, esperándola repleta, daba lástima ese gran artista entre tan poca gente, aunque eso nos consiguió un autógrafo. Sobra decir que pasé casi todo el concierto con los ojos húmedos, escuchando aquellas briznas de poesía que se filtraban entre su voz y el rasgar de las cuerdas de la guitarra.
Terminó el concierto y buscamos algun garito abierto aunque claro, después de escucharle era imposible meterse en otro pub de mierda a escuchar basura antimelódica.


Volver a casa a meternos una cachimba y lo que quedaba de cerveza era lo más viable, humo en pulmones y mente, adormecer la conciencia que nos ataca a traición, que nos recuerda lo que no hacemos o hicimos bien... y la acallamos a base de drogas, la sepultamos bajo capas y capas de ebriedad, ¿por qué? Porque es más fácil que enfrentarse a la realidad, esa realidad que duele, que te apuñala por las espaldas. En el momento justo en que te estabas empezando a fijar en que eras feliz, ahí está con su puñal envenenado de traiciones, envidias y deseos inconfesables, obligándote a dormir con un ojo abierto, a mantenerte tenso, en alerta.
Y por eso nos emborrachamos. Por eso bebemos. Para olvidar. Para recordar, muchas veces con ira. Para que parezca que nada nos importa, cosa que poco a poco se convierte en verdad.
Estoicismo. La última barrera que nos queda, lo único que puede defender nuestra mente cuando nuestra barrera emocional se derrumba.
Y por eso brindamos. A la salud y memoria de todos quienes beben para acallar una mente ruidosa. Porque aun pareciendo inmensamente diferentes, en el fondo no somos tan distintos.




Dices que ya no te duele, pero te quema por dentro.
Licencia Creative Commons
Este obra de Quique Perigüell Cabanes está bajo una licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported.