Es un simple cuarto, pero para mí es mucho más que eso, es
un lugar de paz. Es un lugar donde me siento libre, donde conversar con mis
amigos acompañados siempre de un porro y una cerveza, donde muchas veces el
rasgar de la guitarra inunda la habitación, donde se que hay alguien que me va
a entender.
Unas cervezas unos porros y un lugar nunca habían significado
tanto, pero no es por las drogas, es por las personas.
Esas personas que sabes que no te van a fallar, que merecen
la pena y que van a estar ahí aunque a priori no los veas, son el tipo de gente
que deberíamos ser todos. Buenas personas, personas jodidas pero buenas. Nadie
busca aprovecharse de nadie y todo se comparte, desde sueños hasta llantos, es
un magnifico lugar, dudo mucho que cambiara ningún sitio por ese.
Aunque pensándolo bien no importa que sea ningún lugar
concreto si no el hecho de estar todos juntos, que maldita sea, lo estoy
echando mucho de menos al vivir lejos, por mucho que no quiera volver a
Ontinyent cuando voy conseguís que no quiera irme sin vosotros, que no quiera
dejaros allí.
La Smooking Room, ese gran lugar lleno de grandes personas.
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