miércoles, 14 de diciembre de 2011

Adiós tiempo.


Me aburro, otro día mas frente al ordenador dejando pasar las horas, dejando que el reloj corra mientras los segundos se suicidan a su ritmo.

Dos botellas de cerveza sobre la mesa, vacías, recordándome de cerca que tengo que estudiar pero quiero salir con quien sea a tomar algo, o que tú te presentaras en mi casa, pero eso sería mucho pedir. No pasa nada, sigue corriendo el tiempo, imparable, lejano, un segundo tras de otro que jamás volverá, y yo aquí dejándolos pasar.

Me rugen las tripas, tengo que cocinar, pero en estos instantes solo puedo dejar correr el reloj, no pensar en el tiempo, sentirme un poco más libre, no saber en qué hora vivo. Algún día quiero que estés conmigo, sin reloj, dejando pasar las horas. No hay preocupaciones, no hay pensamientos, solo estoy yo, rodeado de horas muertas, vienen personas a mi cabeza, algunas de ellas preferiría que estuviesen conmigo.

Despierta imbécil, ni va a venir nadie, ni vas a salir, así que come y ponte a estudiar, grita desesperada mi parte responsable, aprendí a ignorarte hace mucho le respondo yo muy calmado. En el fondo se que hacerle caso sería lo mejor que haría.

Me voy a permitir soñar de vez en cuando, pero solo si tú no estás en mis sueños. Frase que me gustaría poder aplicar, pero no puedo. Eres una nueva pequeña obsesión, pero no te preocupes, se me pasa en poco tiempo.

Recuerdo, escribo, fumo, recuerdo, esto funciona así.
Adiós tiempo, tu y yo hemos terminado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Licencia Creative Commons
Este obra de Quique Perigüell Cabanes está bajo una licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported.