Un último suspiro prematuro ronda mi cabeza. Una salida
antes de tiempo, una silencio inesperado en una melodía estridente.
La sensación de que todo acabara antes de hora, que voy a
perder a alguien querido. Angustia, impotencia.
Tus palabras se fijan en mi mente, una presión se aloja en
mi pecho, aprieto los puños y los dientes. Sé que lo que te duele es demasiado
parecido a lo que me duele a mí. Pero aguanta, remonta el camino, aunque
parezca que te lleva al desastre. Yo no te aguanto, disfruto de tu compañía, no
lo olvides nunca.
Nunca fueron los sueños rotos la puerta de caída al vacío.
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