Siempre me he portado bien contigo, y tú ahora me odias. Sé
que la cague, se que metí la pata hasta el fondo, no me di por vencido y te
hice daño. Pero aun así nunca hice nada con la intención de herirte, siempre
tuve la intención de que fueras feliz, y serlo yo… Yo lo conseguí, las cosas no
iban muy bien en general, pero lo nuestro era genial. No sé que es de ti, no sé
nada, la última vez que te vi termine bastante afectado así que mejor. También sé que ya no valen las escusas.
Se ve que en algún momento tu dejaste de ser feliz a mí
lado, no sé si en algún momento llegaste a serlo, no sé si me quisiste, si
sentías de verdad todo aquello que decías, todo eso que me prometías y yo me
llegué a creer. Quizás nunca estuvimos en el mismo camino.
Podría decir que si volviera atrás no cometería el mismo error,
pero no creo que fuera verdad, fue un buen tiempo, una buena época, tenía mucho
que perder y también que ganar… Me da la impresión de que solo he perdido, que
después de todo tengo las mismas cosas que ganar y muy poco que perder… Me
asaltan muchas dudas que no creo que nunca sean contestadas, que simplemente
caerán en el olvido, pero creo que puedo asegurar que nunca olvidaré lo
nuestro, que siempre recordare con algo de cariño y cierta rabia esos grandes
momentos que pasamos juntos, que disfruté de tus sueños, de tus ilusiones, de
tu cuerpo. Ni siquiera sé si realmente me odias, prefiero pensar que me odias a
que ya ni siquiera te acuerdas de mí.
Recuerdo perfectamente todo el valor que tuve que recoger de
una botella ron y unos cuantos mojitos para ir a hablarte, quizás me pase
recogiendo valor porque termine besándote y tu rechazándome y marchándote… Y
esos días en el Pou Clar, tantos recuerdos, algún día sabré que hacer con
ellos, algún día.
De momento, solo voy a seguir intentando no pensar en cómo
sería todo si no la hubiera cagado.
You can’t
always get what you want.