lunes, 19 de marzo de 2012

Fuego.


Me mareas, me mareas mucho, no consigo entenderte. ¿Cómo voy a entenderte si o me entiendo yo? No sé, últimamente no acabo de entender nada, voy mareado por la vida, tan mareado que yo mismo provoco ese efecto en mí. No estoy en plan poético, sigo siendo el mismo imbécil de campeonato que siempre lo que pasa es que hoy estoy especialmente espeso porque no logro sacarte de mi cabeza.

Rabia, impotencia, unas increíbles ganas de comerme el mundo, de salir a matar, pero hoy no es día de salir. Hoy es día de coger una mierda impresionante en casa, escribir, ver como se queman cosas y regresar de nuevo solo a mi cama, tan vacía, tan enorme que me marea, me pierdo intentando encontrarte en ella. En mi cabeza se proyecta la esperanza que algún día dejaré de dormir solo y se ve sesgada cada noche entre alcohol y thc, después de todo no es tan grave ¿No? Mucha gente duerme sola. El alcohol poco a poco hace mella en mí y mis esperanzas de verte se desvanecen entre whiskey con hielo y un cigarrillo que me recuerda que no estoy vacío por dentro. Abro el mini bar y me sirvo un chupito de anís seco mezclado con dulce, apuro el chupito y me sirvo otra copa, esta vez un ron cola, que no se diga que no la pillo hoy.

Vaya mareo, espero impaciente que el fuego se refleje en mis ojos, la fiesta en concreto me da completamente igual, no es por los muñecos, ni lo que representan o representaban, porque a mi parecer se ha vuelto una demostración de poder adquisitivo, es por el fuego, tan puro, tan ardiente, me hace sentir vivo, como los cigarrillos pero inmensamente ampliada, el fuego, el sol, la música, los libros, esos placeres de la vida que te hacen sentir vivo, esa sensación de calor que empieza en el pecho y se va extendiendo hasta alcanzar el último milímetro de tu piel, esta mañana me sentía eufórico, gigante…  

Lio otro cigarrillo y la piedra del mechero escupe una chispa que da lugar al fuego que me quedo pasmado admirando un instante… Me asaltan recuerdos rodeado de chispas vestido de cuero corriendo de un lado hacia otro rodeado de gente hiper borracha que te persigue y te aclama, eres su héroe porque tu estas trabajando para que ellos estén de fiesta, porque tu llevas un palo con un petardo que echa chispas y les das lo que ellos quieren, lo que ellos no saben es que tu lo adoras, el fuego, las chispas, el olor a pólvora, no ver nada tras las gafas de protección y la capucha, ya no sudas, es el sudor el que te tiene a ti, debajo de el mono de cuero no hay quien respire, verano…

Hoy solo tengo una meta, apoderarme de cada centímetro de tu piel y hacerte sentir viva para sentirme vivo yo, arrinconarte para que te defiendas, me ataques y entrar de nuevo en esa guerra que tanto me gusta, la única guerra que me encanta.

Sueños ahora invisibles, la tierra prometida que resulta ser como las demás, ya no queda ningún sueño solo sus pedazos que se desvanecen igual que el hielo de la copa que me sirvo por enésima vez.
http://www.youtube.com/watch?v=B3HUTKIOteQ
Más de un año quemado, he vuelto a llorar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Licencia Creative Commons
Este obra de Quique Perigüell Cabanes está bajo una licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported.