Nada como despertar a metro y medio de un sueño con gafas y carita de poesía, nada como romper un canto de piedra a latidos con las manos.
Nada y digo nada porque me intento describir a mí mismo que ya no sueño si no es despierto mientras mi perro me da patadas en la cara al despertar, nada como borrar un numero con aroma femenino un lunes por la mañana con resaca de besos.
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